Rebuscaba en mi memoria cual largometraje digno de un premio,
con atento hincapié en la oleada salvaje de besos arrebatadores sabor a granada,
mis poros alerta al recoveco de la brisa que emanaban tus caribes,
fue tan real que nos vi degustando la incandescente naturaleza,
fue tan efímero que creí sentir tu boca explorando mis campos.
Me desconecte de este cuerpo y me adentre en mis adentros,
vi las guerras que gastábamos dominando los elementos de esta tierra,
te vi estallar tu fuerza taciturna en mis muslos,
me vi reinando tu pecho con mi saliva,
nos vi reinventando lo inventado.
Creí tenerte entre los dedos y te vi deslizarte en la realidad,
con nostalgia sonriente pude recordarme rendida en tu pecho,
y de esa tu sonrisa anclada en mi frente me hice un nido de calma,
pero el recuerdo de tu boca absorbente y satisfecha,
me hundió en estas profundas ganas,
de volver a verte.